Reflexiones sobre la secundaria, lxs pubertxs y el amor.
Una de las mayores cosas que nos mueve el ser cuando somos pubertxs/adolescentes es el enamoramiento. Y es una cosa grande la verdad, que siento de algún modo que lo hemos convertido en tabú en esas edades. Hablar del amor. Vivir el amor. De hecho, no dejamos de aprender sobre el amor tengamos 15, 30, 60 o más.
Pero a lo que voy es que en las escuelas no existen espacios para filosofar y compartir sobre el amor. Sobre cómo cuidar al otrx, cómo cuidarnos a nosotres, ¿qué es el amor?, ¿que no es amor? Abrir el debate me parece importante si queremos innovar en estas edades. Sobre todo, porque cuando se piensa en les pubertes/adolescentes se les piensa como en “el medio” entre les niñes y les universitaries. Ósea es una cosa que desconocemos, pero sabemos que está en el medio. Como si vivieran en el limbo o el purgatorio. Y ahora que menciono esto, recordé a Comenio, un pedagogo y teólogo del siglo 16 que en su momento innovó en educación, pero mientras lo leía y leía me asustaba jaja, porque él diseñó el sistema escolar de algún modo y lo diseñó en términos cristianos. Ahora que hablamos de un estado laico y democrático no nos hemos cuestionado sobre las bases de nuestras instituciones, que mientras vas cavando y cavando realmente son reliquias y no instituciones del siglo XXI.
Volviendo al amor…
El año pasado tuve una experiencia con pubertxs que justamente fue el detonador de esta reflexión que les estoy contando. Era un círculo sobre “la adolescencia”. Donde fuimos deconstruyendo mitos, tipo que lxs adolescentes se enojan mucho, cuando les adultes y niñes pequeñes también lo hacen ¡dah!. ¡Mi misión era empoderarlxs! Sacarlxs del mal trato que les hacen les adultes, basados en pseudo-mitos neurológicos u hormonales.
Fui probando en esos círculos. Abarcando el tema incluyendo el cuerpo, las emociones y la mente. Fue interesante porque con el cuerpo sentían cierto roche, no querían comentar que ya tenían la luna o la espermarquia. Pero me fueron contando como a los hombres adultos les costaba decir MENSTRUACIÓN. Y es muy loco que los hombres desconozcan la biología humana femenina. Creo que hacer esa investigación teórica y práctica como hombres es esencial si queremos amar bien a nuestras parejas.
Otra de las cosas interesantes fue hablar de los sueños húmedos que tienen los cuerpos masculinos, las chicas del círculo se sorprendieron de ese suceso ya que creían que sólo ellas tenían la vivencia de que algo que no puedes controlar saliera de tu órgano sexual. Me refiero a la menstruación en las mujeres y a los sueños húmedos en los hombres.
Mi postura con elles fue bastante RE-FEMINISTA. Contándoles como las mujeres en este tiempo se están empoderando de una manera sorprendente, para que sintieran que existen referentes.
En el área “cognitiva” hablamos de la importancia de socializar, les amiges, cambio de intereses y el poder de la música. Pero el círculo VIVÍA el éxtasis y no dejaban de hablar y subir la voz para ser escuchadxs, cuando empezábamos a hablar de nuestras emociones… Cuando nos gustó alguien, cuando a quien nos gustaba no le gustábamos, cuando nos pusimos tristes por esas decepciones, cuando les pregunté ¿Qué es enamorarse? Y más cosas que ya me olvidé jaja.
Pero creo que ya me di a entender. Me parece importantísimo que leamos esos libros humanos que tenemos frente nuestro. ¡Cuestionar nuestro adultocentrismo es VITAL para ello! Sobre todo, si queremos acompañar bien estas edades. Una gran ayuda para entenderles, puede ser esta:
Se habla mucho de conectar con le niñe interior. Pero ¿Y si conectamos con le puberte o adolescente interior?
…. Lo dejo ahí para que reflexionemos cada une.
Post Data: Me quede con ganas de conversar con elles sobre les amores no mono-hetero normativos y del mundo de las identidades de género. Que me parecen muy importantes traerlas, pero será para una nueva ocasión. ¡Abrazos!
Mamífer[E]!+ 